Mi Dios y mi todo, en este momento de silencio interior pongo en tus Manos este Día y Semana. Quiero comenzar en tu Amor, que no termina! Aviva en mi corazón estas dos llamas: el amor por Ti y amor por mis hermanos; pues consumiéndome en esos dos amores no desaparezxo sino que crezco y hago crecer.
Que tu Corazón, Señor, y el Corazón de nuestra Madre María, me sigan revelando que así como no hay nada mejor que el Amor de Dios, no hay nada mejor que pueda hacer que Amar a Dios! Renueva el Fuego de tu Amor en mí, a través de la Bendita Asistencia de tu Espíritu Santo, y ábrenos los ojos del corazón para que te veamos a Ti en los hermanos! Y si me hacen alguna ofensa, que perdone en tu Nombre, Señor, pues no me la están haciendo a mí sino a Ti.
Toma mi corazón, te lo entrego para que sigas Amando a todos, a través de humildes corazones, instrumentos tuyos.
Así sea. Amén a tu Amor!
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