Querido Padre celestial, abre nuestros corazones para apreciar y sentir cómo nuestras vidas han sido bendecidas. Abre nuestros corazones a tus bendiciones para que podamos mirar hacia adelante con agradecimiento y alegría de lo que se avecina. Concédenos la gracia de ser fieles a lo que hemos recibido de ti y nunca más perdernos en momentos efímeros. Que podamos ajustarnos a todo lo eterno que has traído a nuestros corazones, que tu Nombre sea honrado y nuestras vidas se formen de nuevo en Jesucristo. Danos valor para superar los males de la vida y para apreciar con alegría y expectación el futuro, cuando los poderes de tu Reino serán aún más claramente revelados.
Por Jesucristo, tu Amor hecho carne y que Vive para siempre. Amén! Así sea.
Comentarios
0 Comentarios