Al recobrar la conciencia cuando despierto, mi Dios, quiero también ser conciente de que me Amas, ser conciente de tu Presencia real y viva en mi vida; quiero llenar lo más profundo de mi conciencia de la certeza de tu Amor por mí, sin importarte fuera el que fuera mi pasado o mi presente.
Querido Padre que mientras duermo o estoy despierto permaneces junto a mí, te doy Gracias por abrir un camino en mi corazón y por traerme la Paz de Jesucristo. Ayúdame a mantener abierto este camino; concédeme la Paz en este mundo rasgado por tempestades.
Concédeme la Paz cuando muchas dificultades e incertidumbres intentan ocupar mi corazón. Yo mismo no tengo fuerza; solamente en Ti, que estás a mi lado y que nunca me abandonarás; Tú, que vives y me das Fuerza. Tu Luz siempre brotará de nuevo por tu infinita Misericordia, por tu infinito Amor con el que has querido amarme a mí en medio de mis circunstancias. Tu Luz me guíe, y me llene de Esperanza, de Fe y de Caridad; Caridad contigo, conmigo y con mis hermanos.
Así sea. Amén!
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